viernes, 2 de marzo de 2012

La ignorancia

Desde entonces se deja seducir por este tipo de afinidades, por esos contactos furtivos entre el presente y el pasado, busca esos ecos, esas correspondencias, esas corresonancias que le permiten sentir la distancia entre lo que fue y lo que es, la dimensión temporal (tan nueva, tan sorprendente) de su vida; tiene la impresión de salir así de la adolescencia, de madurar, de ser adulta y eso significa para ella convertirse en alguien con conocimiento del tiempo, alguien que ha dejado atrás un fragmento de vida y es capaz de volver la vista para contemplarlo (...) Ya mayor verá en esas semejanzas una lamentable uniformidad de individuos (que para besarla se detienen todos en los mismos lugares, comparten los mismos gustos en el vestir, piropean a una mujer con la misma metáfora) y una agotadora monotonía de acontecimientos (que no son mas que la repetición del mismo); pero, en la adolescencia, acoge estas coincidencias como un milagro y se siente ávida de descifrar sus significados. El hecho de que su amor de hoy se parezca extrañamente al de entonces lo hace aun mas excepcional, mas original y le incita a cree que esta misteriosamente predestinado a él.

Fragmento de "La ignorancia" de Milan Kundera.