jueves, 8 de noviembre de 2012

Yo saturado

A medida que avanza la saturación social, acabamos por convertirnos en pastiches, en imitaciones baratas de los demás. Llevamos en la memoria las pautas de ser ajenas. A medida que pasan los años, el yo de cada cual se embebe cada vez mas del carácter de todos los otros, se coloniza. Ya no somos uno, ni unos pocos, sino que contenemos multitudes. Nos presentamos a los demás como identidades singulares, unitarias, pero con la saturación social, cada uno alberga una vasta población de posibilidades ocultas. (...)
Existe además, una infiltración en la conciencia cotidiana, de la duda sobre si mismo, una sutil sensación de insuficiencia que agobia las actividades que se emprenden. Esta sensación de insuficiencia es un producto colateral de la colonización del yo, pues al incorporar a otros dentro de nuestro ser se amplía la gama de lo que consideramos bueno, correcto o ejemplar. (...)
En tanto vamos absorbiendo múltiples voces, comprobamos que cada “verdad” se ve relativizada por nuestra conciencia simultánea de otras opciones no menos posibles. Llegamos a percatarnos de que cada verdad sobre nosotros mismos es una construcción momentánea, valida solo para una época o espacio de tiempo determinado y en la trama de ciertas relaciones. 

Fragmentos de El yo saturado, Kenneth Gergen

No hay comentarios:

Publicar un comentario