sábado, 13 de febrero de 2010

Momento de Palabras

Hablar de mi es hablar de la tristeza. Es hablar de la alegría, del sol, de la esperanza, de la ternura, del beso, de la lagríma. Es hablar del verano, del frío, del mar, de la vorágine, de la quietud, del temblor del miedo. Es hablar de los barcos hechos en confiterías con una servilleta de papel. Es hablar de la sed de los labios resecos y un golpe de calor en la nuca. Es hablar de la sed y de otra sed que no nace en el cuerpo si no en los vertices del alma.
Hablar de mi es hablar de una pregunta, de un gran interrogante suspendido sobre mi cabeza; es hablar de unos ojos q se alargan como dos brazos hacia adelante tratando de hurgar en el futuro, tratando de saber dónde está el límite que habrá de apuñalarme, q habrá de separme de mi aliento, del verano, del mar, del frío, del hambre y la certeza.
Hablar de mi es hablar de vos, porque vos y yo somos algo muy parecido, con la misma respiración, el mismo cansancio, las mismas ganas de vivir, de ser felices, de encontrar un oasis bañado de verde y de ternura en medio del desierto que a veces nos acecha.
Es hablar de una larga serpentina de miel enroscándose en tus amores. Es hablar de una queja que se quedó en el silencio. Y de un silencio que te arrancó una queja, una queja sutil y pequeñita que apenas araño el aire y se deshizo.
Porque vos y yo nos parecemos mucho. LLoramos fuerte por lo que nos importa apenas un poco, mostramos al mundo la cara del dolor cuando el dolor no es tan enorme ni tan profundo...Al verdadero llanto y al verdadero dolor...lo escondemos con pudor, con recato...y quizás hasta con un poco de avaricia, con un poco de temor de que lo vean, lo toquen, se metan en él, se apoderen de su sal y su hiel.
Apretamos los puños, nos mordemos los labios, gritamos tonterias, golpeamos las paredes. Y lo principal queda sepultado bajo una fina ceniza celeste de silencio. Porque yo puedo pedir pan para mi hambre, yo puedo pedir agua para mi sed...¿Pero con qué palabras, dejando de lado qué cuota de vergüenza...puedo pedir amor, puedo dar vuelta la manivela del olvido para que vuelva atrás, para que lo de antes se haga hoy, para que se abra un cielo de violetas sobre aquel beso suyo?
Hablar de mi... hablar de vos... palabras...aventuras de la voz.
Mariposas que corren como un reguero de arco iris y se desbordan como un río desbocado. Palabras. Mariposas. Pajaritos de vidrio que cantan igual que las campanas.
Hablar de vos es hablar de la tristeza, de la alegría, del miedo de la lagríma. Es hablar de una mujer que siente como yo, que a veces ríe como yo, que a veces llora sin saber por qué, como yo, q a veces quisiera olvidar y no puede y otras veces se olvida de lo que quiere recordar. Es hablar de un alarido en las entrañas señalando la llegada de un hijo. Es hablar de un milagro que se amamanta de tu pecho y ya nunca más te dejara morir del todo. Es hablar de unas rosas que te regalaron una vez y que quisieras frescas hoy. Es hablar de unas ganas terribles de que esa mano que amas te despeine el cabello y una voz conocida te repita esas cosas que hace tanto ya q no te dice...
Palabras. Mariposas. Pajaritos de luz. Tan livianas para volarse y sin embargo tan preciosas e importantes; tan necesarias, cuando dicen amor...tan necesarias para mi o para vos.

Poldy Bird

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