Hoy estuve revisando tu blog, publicaciones del 2008, desde marzo hasta agosto. Y me pregunte ¿Sabrá que tengo blog? Si, yo creo que si, que de una manera u otra, llegaste hasta acá.
La cuestión es que leer lo que escribías me aclaró un monton de cuestiones, me hizo recordar cosas olvidadas, pensamientos enterrados, reflexiones silenciadas. Me hizo entender finalmente lo del número siete de la canción de Sabina. Me hizo acordar que te gustaba mi risa de vieja y que cuando Ismael me hacia reir, vos te reías de mi. Me hizo acordar el miedo que tenía esa noche a pesar de la oscuridad, y lo mucho que me gustaban los baños públicos en esa época.
También me acorde de tus comentarios gorilas, de tu letra deforme (no mas que la mia), de tu mapita de gente, de tu chapita en la zapatilla, de nuestra incompatibilidad horaria, de la plaza y el frío, de que en algun momento fui tu prima y/o tu abuela. En fin, me acorde de vos, de mi, y de mi con vos.
Y aunque ya no pienso en vos como antes, a veces es lindo recordar lo mucho que me gustabas y lo bien que me tratabas.
Y si bien no pretendo hacer ningun tipo de reflexión, ni sacar una conclusión de ésto, necesitaba escribirlo, para que lo leas y notes que paulatinamente incorporo tildes a mi escritura, y que hablo de vos solo con ternura y ya no con bronca. Que te quiero un montón, y que te extraño todavía mas.
Y odiaré con calma tu risa, todas mis palabras, nuestra despedida.
La cuestión es que leer lo que escribías me aclaró un monton de cuestiones, me hizo recordar cosas olvidadas, pensamientos enterrados, reflexiones silenciadas. Me hizo entender finalmente lo del número siete de la canción de Sabina. Me hizo acordar que te gustaba mi risa de vieja y que cuando Ismael me hacia reir, vos te reías de mi. Me hizo acordar el miedo que tenía esa noche a pesar de la oscuridad, y lo mucho que me gustaban los baños públicos en esa época.
También me acorde de tus comentarios gorilas, de tu letra deforme (no mas que la mia), de tu mapita de gente, de tu chapita en la zapatilla, de nuestra incompatibilidad horaria, de la plaza y el frío, de que en algun momento fui tu prima y/o tu abuela. En fin, me acorde de vos, de mi, y de mi con vos.
Y aunque ya no pienso en vos como antes, a veces es lindo recordar lo mucho que me gustabas y lo bien que me tratabas.
Y si bien no pretendo hacer ningun tipo de reflexión, ni sacar una conclusión de ésto, necesitaba escribirlo, para que lo leas y notes que paulatinamente incorporo tildes a mi escritura, y que hablo de vos solo con ternura y ya no con bronca. Que te quiero un montón, y que te extraño todavía mas.
Y odiaré con calma tu risa, todas mis palabras, nuestra despedida.
Soundtrack: Ya ves - Ismael Serrano
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