lunes, 19 de julio de 2010

Cap. 9

-A mi me pareció que yo podía protegerte. No digas nada. En seguida me di cuenta de que no me necesitabas. Hacíamos el amor como dos músicos que se juntan para tocar sonatas.
-Precioso, lo que decís
-Era así, el piano iba por su lado y el violín por el suyo y de eso salía la sonata, pero ya ves, en el fondo no nos encontrábamos. Me di cuenta en seguida, Horacio, pero las sonatas eran tan hermosas.

Rayuela, cap. 9, Julio Cortázar

Me estoy enamorando de este libro ♥

Soundtrack: Night song - Mercy

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