Se despertó convencida de que era todo una cagada y no quiso salir de la cama. En un diario leyó que Apple trabajaba en un avance de su último modelo, optimizado para funcionar con pantallas táctiles y se dio cuenta de que el mundo seguía girando. Se levantó despacio y sin prisa. Caminó arrastrando los pies por el pasillo hasta llegar al baño, se miro al espejo durante un buen rato, concentrándose en las gotas de agua que se acumulaban en sus pestañas y decidió que le apetecía desayunar. Preparó tostadas para uno y café para tres. Bebió sorbo a sorbo de una taza con el asa rota, tremendamente incómoda, mientras miraba por la ventana como el mundo funcionaba, como seguía girando, como pasaba de ella y no le molestó. ¿A qué estamos hoy? Le preguntó a un gato que se paró en la ventana. Tenía que dejar de hablarle a los animales y lo sabía. Deshizo el camino para volver al baño y abrió la canilla del agua caliente, esperó a que el termo se encendiera y se duchó con tranquilidad. El gato le había dicho que era viernes y no tenía apuro. Salió de la ducha empapada y caminó dejando a su paso pequeños charcos que formaba el gotear de su cuerpo. ¿Hará frío o calor? se preguntó. Se puso una toalla y se plantó frente al armario. No sabía que ponerse ¿de que me disfrazo hoy?
Soundtrack: The end of the World - The Cure
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