miércoles, 17 de marzo de 2010

Crónicas Bondianas

Cuestion que, vamos a cargar la tarjeta del bondi con una amigay estaban cerrados los dos kioscos que estan por Luro. Me acorde que yo tenia para pagarle a mi amiga tambien asi que fuimos a la parada. En la parada habia una mujer en una etapa avanzada de la degradación vital (en la que todos estamos) que comentaba muy acelerada que no habia encontrado abiertos los lugares y que no sabia si tenia plata en la tarjeta, lo que me llevo a pensar que le iba a terminar pagando yo, obvio.
Llega el colectivo y mi amiga le dice a la vieja que pase ella a lo que le responde muy efusivamente que no, mientras ponia un pie en los escalones. Subimos, paso la tarjeta, me dan el ticket, la vuelvo a pasar, me dan el ticket, y la vieja toda apurada dice “dale dale, pasamela porque no se si yo tengo”. A todo esto yo estaba intentando guardar los tickets, no perder el equilibrio, y no cagarme de risa. La vieja pasa y dice VALOR. Y me sigue apurando para que la pase. Se la paso muy gentilmente y me arrebato el ticket de la mano, asi que ahora tengo en el mio anotado “menos 1,80 de la vieja” porque sino después me olvido. La mujer muy amable me da el peso con ochenta correspondiente y se me caen diez centavos, que me chuparon un huevo, quería salir corriendo. Huimos para el fondo y aparece la vieja de atrás dándome los 10 putos centavos.
Se mueve el bondi y se empieza a escuchar “amor, sabes que me estoy muriendo de dolor, desde que te fuiste he perdido el control” lo que nos recordo a la clase de cultura donde hablamos de la invasión al espacio publico, y encima con esa musica.
Cuando encontramos un lugar unos asientos atrás de un tipo dormido, aparece otra persona entrada en edad, por lo que le ofrezco mi asiento como todo joven debe hacer. La vieja se me puso a hablar de que se despertaba a las 6 de la mañana para ir a trabajar, pero cuando puede dormir, duerme, que hay que aprovechar y que no se que mierda. ¿Me queres explicar que mierda tiene que ver? Como si no fuera suficiente tortura tener que pararme y mantener el equilibrio con una rodilla lesionada, te me pones a hablar de tu rutina? Por suerte no lo acepto y pude seguir sentada.
Aparece el marido de esta mujer con unos anteojos cuadrados (la verdad hermosos eh) mientras pasamos por la plaza mitre, y se ponen a hablar sobre una mujer que llevaba un perro salchicha, voy a intentar reproducir con exactitud la conversación:

-Vieja: ay! Mira ese perro, lo llevan con una correa como si fuera un rottweiler
-Viejo: si, pero no le gusta. Va con la cola baja, debe estar triste.
-Vieja: Si, debe estar triste, pero mira la correa, lo llevan como si fuese un rottweiler.

Y claro, tantos años de matrimonio, ya no saben de que mierda hablar. A todo esto no podia contener la risa, y mi amiga lloraba para no reirse.
Pasa este episodio de los perros y que se yo, y una mujer de tez morena que estaba parada le habla a la mina que estaba sentada adelante. Parecia ser que la que estaba parada la ubicaba y la otra no tenia ni la mas puta idea de quien era. Soy BLANCA la sorbina de Graciela. NO NO NO, WAY TOO MUCH.
Para no quedar mal con los personajes de nuestra crónica bondiana, decidimos bajarnos unas 10 cuadras antes de llegar a destino, las cuales transitamos tentadisimas, claro está.

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